lunes, 14 de noviembre de 2011

La buena vida

¿Pensáis que voy a hablar de la Dolce Vita o del living la vida loca? Pues no. Hoy os presento a Confucio, un sabio chino de la antigüedad a quien le tocó vivir una época de desórdenes y corrupción en su país (vaya, parece como si habláramos de la actualidad), frente a lo que él propuso un estilo de vida recto: la buena conducta en la vida.


El objetivo final de las enseñanzas de Confucio eran la paz universal y la armonía entre las personas y los pueblos. Para ello proponía enseñar a los gobernantes a dirigir rectamente a su pueblo basándose en la virtud, la benevolencia, la lealtad, el respeto y la reciprocidad. (Valores que muchos políticos actuales deberían poner en práctica). Este gran sabio afirmaba que si los gobernantes cumplieran estos principios, todos los ciudadanos harían lo mismo y la sociedad sería próspera y feliz.

Os dejo con sus palabras llenas de sabiduría.



Exígete mucho a ti mismo y espera poco de los demás. Así te ahorrarás disgustos.

Transporta un puñado de tierra todos los días y construirás una montaña.

Lo escuché y lo olvidé, lo vi y lo entendí, lo hice y lo aprendí.

Elige una ocupación que te guste y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida.

Algún dinero evita preocupaciones; mucho, las atrae.

El mal no está en tener faltas, sino en no tratar de enmendarlas.

Quien gobierna a un pueblo dando buen ejemplo es como la estrella polar, que permanece inmutable mientras los astros dan vueltas a su alrededor.


Uno que no sepa gobernarse a sí mismo, ¿Cómo sabrá gobernar a los demás?

Cada cosa tiene su belleza, pero no todos pueden verla.

El que domina su cólera, domina a su peor enemigo.

Sólo puede ser feliz siempre el que sepa ser feliz con todo.

Cuando veas a un hombre bueno, trata de imitarlo. Cuando veas a un hombre malo, examínate a ti mismo.

Resulta imposible gobernar un pueblo si éste ha perdido la confianza en sus gobernantes.


Las mejores palabras son aquellas que encierran un profundo significado y, al mismo tiempo, resultan comprensibles para todo el mundo.

Un hombre digno debe ayudar a los necesitados, pero no aumentar los bienes de los ricos.

Es posible conseguir algo después de tres horas de pelea, pero es seguro que se podrá conseguir con tres palabras impregnadas de afecto.

Verdad antes que riqueza.

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Y como hoy hemos llegado a China,el gran gigante amarillo, que se va abriendo camino como gran potencia en la economía mundial, pues aquí os dejo un video divertido en su honor. Hay que ver cómo se preparan desde pequeñines para todo tipo de habilidades. 再见 Zàijiàn!!


2 comentarios:

  1. Te agradezco la visita, y más porque me ha hecho conocer tu blog.
    Mis respetos y mucha suerte.
    (Ya te he enlazado)

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  2. Muchas gracias también a ti por tu visita y por el enlace. Me encanta tu blog y las historias que cuentas de Nasrudin. Un cordial saludo!.

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Muchas gracias por tu comentario.
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