sábado, 23 de junio de 2012

Ser o no ser: esa es la cuestión



Todas las personas humanas, en algún momento de nuestra vida, nos hemos planteado las grandes incógnitas existenciales: quiénes somos, el por qué de nuestra existencia, el sentido del vivir. 




Unos han encontrado el sentido de su vida en Dios y en la religión; otros, en su trabajo; otros, en la familia y los hijos, otros, en el amor de su vida; otros, en ayudar a los demás, otros lo siguen buscando... 

Veamos cómo nos lo plantean algunos autores.


El secreto de la existencia no consiste solamente en vivir, sino en saber para qué se vive. (Dostoievski)

¿Quién soy en el mundo? Ese es el gran rompecabezas.
(Lewis  Carroll)


Gran ciencia es ser feliz, engendrar la alegría, porque sin ella, toda existencia es baldía. (Ramón Pérez de Ayala)


Porque nadie puede saber por ti. Nadie puede crecer por ti. Nadie puede buscar por ti. Nadie puede hacer por ti lo que tú mismo debes hacer. La existencia no admite representantes.
(Jorge Bucay)


Vivir sus deseos, agotarlos en la vida, es el destino de toda existencia. (Heráclito)

El amor es lo que da sentido a nuestra existencia. (Anónimo)

Pero es que basta con silenciar para vislumbrar, debajo de todas las realidades, la única irreductible, la de la existencia.
(Clarice Lispector)

No somos disparados a la existencia como una bala de fusil cuya trayectoria está absolutamente determinada. Es falso decir que lo que nos determina son las circunstancias. Al contrario, las circunstancias son el dilema ante el cual tenemos que decidirnos. Pero el que decide es nuestro carácter. (José Ortega y Gasset)

Al ser humano le parece tan extraño existir que las preguntas filosóficas surgen por sí solas. (Jostein Gaarder)


En realidad todo es prescindible, excepto el amor; sin amor, el vacío de la existencia sería insoportable. (Anónimo)

Lo que los ojos no ven y la mente no conoce, no existe.
(D. H. Lawrence)



De esta manera, existencia e inexistencia, lo difícil y lo fácil, lo largo y lo corto, lo alto y lo bajo, permiten conocer lo uno y lo otro. (Lao-Tse)



La conclusión suprema respecto a la meditación, es que vivas el momento en su totalidad, intensamente, gozosamente, porque no hay nada que temer, porque incluso la muerte es una ficción. No se necesita ninguna seguridad, ninguna protección.

Vive momento a momento, confiando en la totalidad de la existencia como los pájaros confían en ella. No te separes de la existencia, conviértete en parte de ella, y la existencia te cuidará. (Osho) 

martes, 12 de junio de 2012

El Amor y la Locura

Habiendo la Locura con el Amor reñido,
Dejó ciego de un golpe al miserable niño.
Venganza pide al cielo Venus, mas ¡con qué gritos!
Era madre y esposa: con ésto queda dicho.



Queréllase a los dioses, presentando a  su hijo:
“¿De qué sirven flechas, de qué el arco a Cupido,
Faltándole la vista para asestar sus tiros?
Quítensele las alas y aquel ardiente arco,
Si a su luz ser no pueden sus vuelos dirigidos.”




Atendiendo a que el ciego siguiese en su ejercicio,
Y a que la delincuente tuviese su castigo,
Júpiter, presidente de la asamblea, dijo:
“Ordeno a la Locura, desde este instante mismo,
Que eternamente sea de Cupido el Lazarillo.”

(Félix María Samaniego) 

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Extraído de: Mil y pico apuntes sobre el amor.
Recopilación: Gema López