Historias motivadoras
Una anciana se acercó a la persona de caja del banco para hacer una retirada en efectivo. Le entregó su tarjeta bancaria y le dijo:
El cajero le respondió:
- Para retiradas de menos de 100 euros, use el cajero automático.
La anciana preguntó por qué y el cajero le contestó, sin mayor explicación, mientras le devolvía la tarjeta bancaria:
- Esas son las instrucciones. ¡Por favor, hay gente
detrás de usted esperando!
¡Por favor, vaya al cajero automático!
La anciana permaneció en silencio unos segundos, luego
devolvió la tarjeta al empleado del banco y le dijo:
El cajero se asombró cuando revisó el saldo de la
cuenta de la anciana y le dijo:
- Tiene usted un millón de euros en su cuenta y el banco no tiene esa
cantidad en este momento.
¿Puede volver mañana?
Luego, con toda tranquilidad, la anciana le preguntó
cuánto podía retirar en el acto y el cajero le dijo que cualquier cantidad hasta 3.000 euros.
La anciana dijo:
- ¿Hay algo más que pueda hacer por usted?
En silencio, la anciana puso 10 euros en su bolso y
le dijo:
Sí, quiero depositar 2.990 euros en mi cuenta.
¡Qué buena lección!
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